dimanche, juillet 13, 2008

A través de los callejones oscuros donde las luces de las farolas apenas dibujaban un punt

....me apeé del tranvía cuando aún estaba en movimiento, y ascendí la calle que llevaba a la casa de la torre. Rodeada de casas señoriales que pertenecían a otra época más próspera y que se negaban a olvidar su pasado, avisté a lo alto la casa de la torre, la casa que me había llamado desde que la vi. Cuando entré, la puerta estaba abierta. Llamé pero no hubo respuesta, y me adentré sin pensarlo al estudio situado en la torre, en busca del manuscrito. Mi intención era quemarlo, pero el olor a fósforo me hizo parar en seco: no estaba solo. Sentí un golpe seco en la nuca y caí en un profundo sueño. Cuando desperté, me encontraba en una sala de paredes blancas y techos altos y un silencio abrumador. El terrible dolor y las punzadas en mi cabeza parecían acalladas por unos momentos, en los que temí que nunca jamás volvería a escribir una letra, o si lo hacía, sería en tinta negra como sangre seca. Aún tenía el manuscrito en mi bolsillo interior....

Disculpadme, acabo de leerme El Juego del Angel y sigo dándole vueltas.

Lo recomiendo.

P.S.: para Ximo, siempre aciertas con los regalos! xxx

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